Thursday, October 22, 2009

EL TERCER “CHE” (PRIMERA PARTE)



La primera vez que ascendí la escalinata de la Universidad de la Habana tendría como diez años. No era un niño prodigio sino que iba acompañando a mi madre, quien había matriculado en la recién inaugurada carrera de administración pública. Allí, coincidió con varios amigos, antiguos colaboradores, como ella, del 26 de Julio y del Directorio Revolucionario, quienes habían acudido al llamado del “Che” Guevara de formarse como cuadros administrativos. Inspirada por la mística revolucionaria de aquella remota época, mi madre había comenzado a trabajar como jefa de despacho de uno de los directores de una de las flamantes “empresas consolidadas”. Estas habían sido fundadas por el Che desde que fue designado como ministro de industrias para articular el monopolio estatal de la economía tras las confiscaciones masivas que se sucedieron a principios de los sesenta. Gracias a la “magia” administrativa de Ernesto Guevara, todo en Cuba había sido rebautizado con siglas precedidas de las letras ECO, que no tenía nada de ecológico, sino que era la abreviación de “empresa consolidada”. Así, nacieron engendros tales como ECOGÁS (empresa consolidada de gas líquido), ECOLAC (empresa consolidada de productos lácteos), ECOTRAN (empresa consolidada de transporte) y una infinidad de otras, que muy pronto se ganarán la mofa del pueblo. Sin embargo, detrás de todo ello se hallaba una profunda lucha por el poder que terminaría con la destrucción de la economía nacional.


Cierta madrugada de 1959, un intenso tiroteo estremeció los alrededores de la Ciudad Deportiva. Al comandante Pilón, uno de los “héroes” de la Sierra Maestra, con la mente obnubilada por el alcohol y la marihuana, se le había ocurrido bañarse desnudo con varias mujeres en la céntrica Fuente Luminosa . Al personarse la policía (la revolucionaria, no la otra), y pedirle al jefe guerrillero que se comportara, este respondió con el pesado fuego de todo el arsenal que llevaba en su automóvil. A los conquistadores de la Habana, no se les podía dar órdenes. Esta era la otra cara de la revolución que no era tan sonriente para los propios revolucionarios. Ya en aquella época, los oficiales del Ejército Rebelde de origen campesino y lumpen proletario monopolizaron la mayoría de los cargos en los órganos del Estado y el ejército. Estos habían llegado a la Habana en son de invasores y parecía como si quisieran sumir el país en el desbarajuste total, apoyados en los comunistas y en una gran masa de elementos oportunistas que no habían participado en la lucha contra Batista pero que buscaban escalar en el nuevo gobierno a como diera lugar. Los privilegios, los excesos y la corrupción de esta incipiente clase burocrático militar eran ácidamente criticados por antiguos combatientes del movimiento 26 de Julio en las ciudades, del Directorio Revolucionario, de los partidos auténtico y ortodoxo, y muchos guerrilleros de la Sierra Maestra de la clase media urbana. Estos habían sido sistemáticamente segregados de las estructuras del nuevo estado revolucionario y no pocos se habían pasado a las filas de la oposición política.


Al parecer, Ernesto “Che” Guevara se había forjado su propia agenda política desde su promoción a la cúpula del mando guerrillero en la Sierra Maestra. Con su carisma porteño e intransigencia autoritaria, había ascendido meteóricamente al liderazgo revolucionario. Su extremismo izquierdista había sido el arma con que había logrado desplazar e incluso enterrar a no pocos competidores políticos. Durante la guerra contra el ejército de Fulgencio Batista, varios “mártires” revolucionarios que disentían de su radicalismo no perecieron precisamente en combate ni asesinados por los “esbirros” batistianos. Tampoco, muchos de los catalogados como tales y fusilados en los fosos de la Fortaleza de la Cabaña, nada tuvieron que ver con la dictadura, todo lo contrario. A pesar de ser uno de los colaboradores más íntimos de Fidel Castro, nunca estuvo dispuesto a la subordinación absoluta a este, tal como el comandante en jefe esperaba de todos sus compañeros. Parece ser que el Che encontró entre todos los elementos revolucionarios desplazados por los acólitos de Fidel Castro la base social para su liderazgo político alternativo. Así, comenzó a aglutinar a la mayoría de estos revolucionarios resentidos en las nuevas empresas del ministerio de industrias bajo su comando. Desde aquí, Guevara comenzó a construir una especie de gobierno paralelo al de Fidel Castro, quien, apoyado en su nueva clase burocrático militar y los comunistas, había convertido al país en el reino de sus arbitrariedades. Semejante gobierno alternativo era un Frankenstein construido con muchos modelos prácticos y teóricos de dudosa aplicabilidad, como el sistema yugoslavo y ciertas ideas de Trotski y de la frustrada NEP leninista, alejados tanto del modelo postestalinista soviético, que tanto detestaba el Che (como ya dije en el comentario anterior), como de la anarquía a la que había arrastrado al país la dirección de Fidel Castro. No obstante, era un intento por evitar que la economía se desarticulara completamente debido a los arbitrarios experimentos en que Fidel Castro había ya sumido la agricultura y otras áreas de los servicios. A estos, igualmente, el Che intentó extender su autoridad, desafiando la del comandante en jefe. Para ello, el Che, quien no era ni remotamente economista, intentó crear un sistema de control económico del cual no tenía la más remota idea de cómo funcionaría. En tal sentido, tuvo al menos el buen tino de crear un equipo de asesores y funcionarios de experiencia (muchos de los cuales eran antiguos propietarios y empresarios que habían permanecido fieles a la revolución incluso después de la confiscación de sus propiedades), apoyado en un grupo de cuadros jóvenes de la universidad como mi madre y hasta un sistema de inteligencia secreta que intentaba tomarle el pulso no sólo a su nuevo sistema económico sino también a su impacto en la opinión popular, amén de controlar los pasos de sus competidores políticos. En realidad, el objetivo último del Che era apropiarse del control total de la actividad económica nacional, escatimándole el poder a su antiguo ídolo, Fidel Castro. Pero, este era un enemigo peligroso y no le iba a permitir semejante atrevimiento ni a su más cercano colaborador. Y mi madre sería pronto una de los muchos perjudicados por este choque de intereses. (Continuará)

Sunday, October 11, 2009

LA “FUERTES” ENSEÑANZAS DEL CHE



La epidemia de los cantores que peregrinan a Cuba no se detiene. Ahora le tocó a Manu Chao, ese francés de ascendencia española que habla como un mexicano, es decir, carente de toda identidad. No se me malinterprete, a diferencia de Juanes, me encanta la música de Manu Chao, su espíritu alternativo y contestatario. Sin embargo, su romanticismo sin control se extravió en el anarquismo y las drogas trastrocando los símbolos cristianos con los del extremismo izquierdista. Así, llegó a Cuba –es cierto, sin el hipócrita “apolitismo” de Juanes y sus camaradas- a cantarle al Che Guevara, santo patrón de los antiglobalistas actuales. Como todos estos, Manu Chao carece de la más mínima pista de lo que en realidad pensaba, hizo y le ocurrió a Ernesto Guevara de la Serna, alias el Che.


Ahora bien, para aquellos que padecimos la adolescencia en la Cuba de los 60, la imagen de Ernesto Che Guevara fue la base de nuestra educación “moral” comunista, el sucedáneo con que la dictadura quiso sustituir todos nuestros valores católicos, nacionales y familiares. Para ello, nos confinaron en becas, unidades militares y campamentos de trabajo “productivo” agrícola desde casi niños hasta la mayoría de edad, lejos de nuestras familias y comunidades, aislándonos de cuanto ocurría en el país en los momentos de su transformación de una nación que se desarrollaba pujantemente en un campo de concentración. En aquella época, nuestros instructores políticos y los medios cubanos nos hicieron aprender los textos sagrados que nos había dejado el Che Guevara tras su partida a “tierras lejanas”. Los mismos se leían en los casi diarios círculos de estudio, al modo en que los monjes del Tíbet repiten los mantras. El primero de estos documentos se llamaba La Guerra de Guerrillas. Este enseñaba las técnicas de sobrevivencia en condiciones de absoluta escasez de suministros y de nomadismo propio de las guerrillas, amén de las técnicas de combate irregular contra un enemigo superior. Ello era justificado por la amenaza constante del siempre “inminente” ataque imperialista a la Isla. Pero, en realidad, este folleto fue aplicado en la educación de la población para resistir cualquier condición extrema, ya sea en movilizaciones agrícolas, militares, políticas, etc., sobre todo, muy perspectivamente, para soportar la libreta de abastecimiento, la reducción gradual de todos los suministros de los bienes más elementales para la subsistencia, los apagones, la falta de agua y todas las carencias habidas y por venir en los próximos 50 años. El segundo texto fue la pretendida carta de “despedida” del Che a Fidel, un auto de constricción y de lealtad infinita al Comandante en Jefe, así como un panegírico sobre la divinidad de este. Esta misiva, con todas las trazas de ser apócrifa, imponía el mandamiento supremo de la fidelidad y el amor infinitos a Fidel Castro como condición sine qua non de un revolucionario, el estadio supremo del ser humano, según san Che. A partir de entonces, ya la prioridad no era la libertad de Cuba, ni el socialismo, ni la construcción del comunismo en bien de toda la humanidad, sino única y exclusivamente la fidelidad al máximo líder. El tercer libelo, completamente escatológico, fue Mensaje a la Tricontinental, en el cual Guevara –pretendidamente desde “algún lugar del mundo”- llamaba a incendiar el planeta entero, convertirlo en un Vietnam multiplicado por toda su esfera para no dejar piedra sobre piedra del régimen capitalista ni del imperialismo norteamericano. Este era el documento básico de la estrategia global de la revolución y la aspiración última de todo revolucionario, ser un internacionalista de vocación, dispuesto a inmolarse a sí mismo (y a cuantos se les pusieran delante) en cualquier parte del mundo por la revolución, claro, con el nombre de Fidel en los labios, sin importar la devastación de regiones enteras ni los sufrimientos de millones de personas. Era el sacrificio supremo de la humanidad en aras de su futuro luminoso. El cuarto y último escrito del Che Guevara se titulaba El Hombre y el Socialismo en Cuba. Este era más esotérico y “filosófico”, y estaba enfilado a la construcción simultánea del socialismo y el comunismo, así como a la formación del “hombre nuevo”. En realidad, era una versión burdamente simplificada de La República de Platón, al cual, el Che había leído mucho menos que a Marx, que es mucho decir. Según la teoría de este último, el socialismo y el comunismo serían etapas sucesivas de la nueva sociedad “superior” a construir tras la inhumación del régimen capitalista. El Che, en su genialidad, no necesitaba conocer absolutamente nada del cuerpo teorético del marxismo o de cualquier otra cosa, ni siquiera de Medicina, que tan precariamente estudió y tan escasamente practicó. Por ello, sostenía que, en la construcción de la sociedad superior, había que quemar etapas para que la misma no se desviara a otras formas “históricas” desvirtuadas del comunismo, como el socialismo de la URSS y Europa del este, basado en “estímulo” material de sus trabajadores, tan propenso a la corruptibilidad “capitalista”. El comunismo, según el guerrillero argentino, debería basarse en la exclusiva estimulación “espiritual” de sus individuos, disueltos en la masa homogénea de la sociedad ideal. En tal sentido, el Che, como Fidel, pensaba que las formas más “morales” del socialismo eran la china y la norcoreana sin discusión, con su absoluta subordinación de toda la sociedad al Partido y el Estado, y su consagración total a la construcción del comunismo. Ahora bien, y aquí viene la parte más oscura del espartanismo “cheísta”, el estimulo “espiritual” consistiría sólo en participar de la “vanguardia” política de la sociedad. Esta, a fuerza del ejemplo “moral” –i. e., la consagración al trabajo, la lealtad al partido, la incorruptibilidad, el ascetismo extremo, la humildad, etc., etc.-, debería arrastrar al resto de la masa (en relación con esta pero siempre separada por el respeto, la autoridad y la admiración) hacia la consecución de los más altos ideales de la humanidad. Sin embargo, semejante vocación era una carrera era harto estresada ya que la “vanguardia” –i. e., el Partido- estaba siempre amenazada de perder su condición ante el gradual acercamiento a sus espaldas de “los pasos de la masa” que iría elevando su consciencia y su moralidad en el proceso de la construcción de la sociedad comunista. Por ello, la “vanguardia” debería redoblar sus esfuerzos sin descanso para mantener su condición. En este proceso, mediante el autosacrificio sin límites de la individualidad –ese terrible “rezago” del capitalismo-, se iría formando el “hombre nuevo” (no muy distinto del de san Agustín, otro filósofo del cual el Che jamás oyó hablar), fundido completamente en la humanidad, ignorante del “yo” y el “tú, y de lo “mío” y lo “tuyo”, sólo pudiendo pensar y actuar en los términos de “nosotros” y lo “nuestro”. Aún recuerdo el escalofrío que me recorría las entrañas cuando, de joven, me presentaban una y otra vez tan halagüeña perspectiva para el resto de mi vida. Quizá, deba agradecerle a las enseñanzas del Che y a esa sensación que dejaron en mi espíritu adolescente, ya que reafirmaron mi “egoísmo” individualista (sobre todo capitalista) y el rechazo radical de la visión del mundo sobre la cual se basaba el plan existencial que para mi modesta persona habían previsto mis ascendientes políticos. Quizá Manu Chao pueda visualizar semejante mundo en alguno de los fumaderos de crack donde debe acudir tan a menudo. Es, a no dudarlo, una visión demasiado fuerte para un hombre sobrio.


Thursday, October 8, 2009

DESTINO MANIFIESTO

Re: [***SPAM*** Score/Req: 05.4/5.0] escuela habanaWednesday, October 7, 2009 6:25 PM

From: "Tomás Urquiza" ************


To: "Octavio Guerra" <octavio_guerra@yahoo.com>


En efecto, Octavio, la cacareada cortina de humo de Juanes ocultaba, hábil aunque efímera, muchos movimientos sigilosos, como el de Mel Zelaya, desde nadie sabe dónde hasta la embajada brasileña en Tegucigalpa. Movimientos claves, en políticas y economías globalizadas, ocultó el mega concierto del que todo el mundo estuvo, como si no existieran otras cosas, pendiente. Una puesta en escena genial, ante un público por varias razones excepcional. Como la subsecretaria de estado americana, Bisa Williams, reporta EFE, "se quedó incluso al concierto de Juanes y asistió en persona al evento", pudo comprobar con sus propios ojos, que el misterio, la energía contenida en Cuba puede ser un aporte sustancial al desestancamiento de un sistema capitalista planetario sin fronteras, sin límites. Y no porque estuviera viendo ella al millón y tantos de cubanos que no se reunían en la Plaza desde los gloriosos tiempos de Fidel... no. Bisa vio al casi 7,5 % de los cubanos todos, si se cuentan a los 20 millones que fuéramos, residentes y exiliados de la isla, dispuestos a comprender desde el enredado discurso antioscurantista de Carlos Varela, la superficial "interpretación" del merengue, a cargo de Olga Tañón, hasta gozar con los Van Van o soportar, una vez más las Rosas en el Mar que emocionara a una generación que ahora se está muriendo, pero que, cuando era joven y vigorosa, en los lejanos ya años 60 del siglo pasado, la consideró transgresora. Eran los tiempos cuando la minifalda era un artículo prohibido en una Habana que se preparaba a conquistar la producción superlativa de azúcar, en una Zafra de los 10 millones que fue un fracaso, sobre todo porque el entonces Primer Ministro le preguntó al pueblo, a los abuelos y padres de los que escuchaban a Juanes y su gente, si querían que él renunciara y el pueblo dijo no, no y no... Bisa, la representante del imperio, después de hablar cordial y respetuosamente con los representantes de aquellos líderes de entonces y con quienes presuntamente se le oponen, "para tener una imagen completa del país", dijeron sus voceros, vio como La Plaza en pleno vitoreó al trovador que, después de tantos, tantos, tantos, tantos... años, volvió a repetir "ojalá las paredes no detengan tu ruido de camino cansado". Y debió quedarse perpleja y satisfecha. "Parecen detenidos en el tiempo", pudo pensar la diplomática, y suponer que esa gente tan disímil, tan poco ortodoxa, tan abierta a los discursos más contradictorios y universales, es el material humano idealmente preparado por la historia, para asimilar el nuevo estatus de factoría americana, y extraer el oro negro del fondo de sus aguas territoriales. Sí, Octavio, lo de Juanes y sus acompañantes y compañeros de viaje y adversarios y enemigos, ocultó muchas cosas. Lástima que no se cumplan las palabras de maestro Juan Formell cuando dijo: "Basta ya de abusos" y le ordenó a su orquesta "¡Muévete!" y el grupo de músicos bajo su mando "únete a mi actividad", entonó, sin reparos y la gente bailó el son que ha bailado desde siempre, por siempre, para siempre, jamás.


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Re: [***SPAM*** Score/Req: 05.4/5.0] escuela Habana Thursday, October 8, 2009 7:37 AM


From: "Octavio Guerra" <octavio_guerra@yahoo.com>Add sender to Contacts


To: "Tomás Urquiza" ************


Alea iacta est, hermano, pero la suerte no se echó ahora, después del concierto, ni con la elección de Obama ni la "enfermedad" de tu tío...tú lo sabes, la suerte estaba echada mucho antes del desmerengamiento del comunismo, antes de la muerte repetida de tres secretarios generales del PC de la URSS y de la implantación de la última constitución socialista tras la caída de aquel avión frente a Barbados; mucho, pero mucho antes de la batalla por Luanda, de la zafra grande, la ofensiva revolucionaria, la muerte del bandido heroico en la Higuera, la microfracción o la lucha contra el burocratismo o los "bandidos"...nadie se acordaba ya cuando la gran estafa de la crisis de los misiles o aquella bahía inútil de la Ciénaga de Zapata, incluso, cuando la desaparición de aquel avión en una tormenta con el último barbudo auténtico en su interior...nada, hermano, cuando entró este en la Habana junto al resto de los cuatreros de la sierra sobre los tanques guiados por los mismos soldados contra los que habían combatido, se cristalizaba la suerte de aquellos dados tirados por dios tanto tiempo antes, no cuando entró "el hombre" o "el indio" en Columbia con otra revolución ni cuando comunistas, caudillos, luchadores por el jamón, intelectuales y mafiosos firmaron aquel papel, perseguido por el mito de la constitución más avanzada de su época, ni cuando Machado abandonó el país junto al sueño de convertirlo en Suiza, mientras los howitzers agujereaban el hotel más sofisticado del Caribe ni la chambelona, ni el tiburón salpicón, ni siquiera cuando aquel viejo soldado de muchos ejércitos sin fidelidad a ninguno bajó la bandera de la unión americana para levantar la de Narciso, amigo de aquel Walker caminador que había invadido Nicaragua con semejantes intenciones de ampliar sin autorización la misma unión de la bandera arriada en el Morro de la que ahora se separaba la Isla "liberada"… hacía mucho que la suerte se había tendido como una puta experimentada sobre este largo arrecife que le tapaba el sur al norte cuando la escuadra de Cervera fue lanzada al holocausto tras la eximplosión en la bahía habanera de aquel acorazado delante de tanta gente influyente esperando ante los teléfonos del hotel Telégrafo para acabar con el único gobierno esperanzador de la historia isleña… mucho tiempo había pasado cuando tantos próceres habían sido inmolados por sus propios camaradas a lo largo de treinta años que no llevaron a ninguna parte excepto a las fosas comunes como todas las revoluciones, ni cuando aquellos capitanes vestidos de generales quisieron transformar a la Habana en una ciudad mientras amarraban los negros a las escaleras para sacarles las tiras del pellejo junto a las culpas de otros, pero no tan negros como la suerte que tantos años antes había fijado su atención en esa válvula del golfo mexicano, antes de que las conspiraciones panamericanas hicieran trabajar tanto a los más viles de los garrotes, antes de que el asombro del vapor moviera fábricas y trenes por la Isla, antes que aquél gobernador "ilustrado" se deslumbrara a su llegada con el lustre de la sacarocracia habana, la misma que dio sus joyas para que sus milicias de pardos y mulatos ayudaran a Washington a empujar a los extenuados ingleses hacia el mar frente a Yorktown…no sé, quizá ya todo estaba escrito cuando, más al norte, unos blancos se vistieron de indios para hacer el té más grande de la historia en protesta por la locura del rey George de firmar su salada acta del azúcar, sí esa misma, la cubana, que sirvió tan amargamente a traer a todos los negros que caminan por Norteamérica y las Antillas, o antes, cuando los buques se apiñaban en la bahía habanera para sortear juntos ese Atlántico infestado por todos los piratas del mundo, que contrabandeaban con los colonos españoles…sí, mi viejo amigo, si no fuera tan escéptico, creería que todo estuviera decretado mucho antes de que Colón fuera comprando información con el oro de los banqueros genoveses, desde los turcos de Quíos hasta los vikingos de Islandia para seguir la búsqueda eterna más allá del borde de la tabla terrestre…

Wednesday, October 7, 2009

SECUELAS DE UN CONCIERTO







Les juro que no pensaba escribir más sobre el tema del concierto de Juanes en la Habana, que, por cierto, me tenía harto. Sin embargo, ciertos acontecimientos posteriores confirmaron mis sospechas sobre la verdadera naturaleza del mismo. En eso, recibí el siguiente correo de una lectora y, al responderle, salió todo cuanto había descubierto del asunto (Discúlpenme si, de nuevo, me extendido demasiado, pero no tenía otra opción).


Re: Escuela Habana




Monday, October 5, 2009 1:23 AM


From:"Patricia **************


To: "Octavio Guerra" <octavio_guerra@yahoo.com>


Hola Octavio....que tal?

Gracias por avisarme sobre tu nuevo post! Te comento que ya lo habia leido.
Me hizo reflexionar sobre muchas cosas (tambien lei el link que pusiste de la periodista? cubana -quien me hizo seguir en reflexion). En realidad no habia analizado el concierto de la forma que tu lo hiciste. Creo, y no quiero para nada excusar a Juanes y combo, que son mas ingenuos que culpables en sus intenciones. Claro que no les sigo la vida y no se sus historias o simpatias pasadas con el regimen...cosas de las cuales conoci leyendo tu escrito y otros mas.
Senti tu articulo: duro...quiza escrito desde un angulo que no se aprecia tanto en venezuela y pero si en miami y entre la mayoria de exilio cubano alla. Me parecio interesante y creo que hizo mas critica y completa mi vision. Pero sigo digiriendo tu escrito el cual me causo muchos sentimientos diferentes...cuando los ordene, te comentare organizadamente sobre tu post. Por ahora me disculpo y te lo dejo debiendo.
Si te quiero comentar lo que habia pensado antes (y durante) el concierto. Me parece bien la inicitiva de Juanes, si se toma desde la buena intencion de donde se supone que viene. creo que es alguien que queria ver para adelante, enfatizar en lo que es importante d alcanzar, pero sin querer desconocer lo que ha sucedido y sigue sucediendo en la historia cubana. Que no era un concierto politico? Claro que lo era! Nadie hace un concierto de PAZ donde reina la paz, o canta libertad y consignas similares donde hay libertad etc...
Sin embargo, y como todo pasa por alguna razon, los artistas probaron un poco de persecusion y vigilancia poitica y al final se sintieron presionados, situacion que me parece lamentable, aunque positiva solamente para que comprendieran como es vivir en dictadura, y como viven los cubanos a quienes ellos les quierian cantar sobre la paz, sobre no tener miedo, etc. Si en cuba no hubiere ningun cambio, creo que en los artistas y sus acompanantes si... o eso espero!
Yendo mas alla (y se que ando hablando de mi parecer sobre el concierto y no de tu escrito) quiesiera compartir una vision mas amplia que tengo del concierto, aunque suene un poco esoterica (lo cual soy ;-). Creo que el mundo esta cambiando y hay un grupo significativo de gente que quere vivir y promover hermandad, paz, union, y amor incondicional. Yo siento el concierto no se dio por empeño solamente, creo que en cuba hay una masa critica lista para vivir en paz, union, amor etc...y otro grupo (quiza tambien de forma inconciente en gran parte) contestaron ese llamado y se unieron en una tarde de resonancia mutua. A mi me alegro que se hiciera (y q dejaran hacerlo....con todas las marramusias y malas intenciones del gobierno) un concierto en Cuba, porque indica que a otro nivel de conciencia las cosas estan cambiando y espero se materialicen pronto y en nuestras queridas patrias.
Te debo un analisis concreto y menos de senaciones...y disuclpame abusar de tu invitacion y escribir mas de la cuenta sobre mi y menos sobre tu articulo.....en realidad si me hizo reflexionar mucho, creo que eso es lo mas importante que logro tu articulo.
Un Abrazo
Patricia

(Mi respuesta fue:)

Re: Escuela Habana

Wednesday, October 7, 2009 1:12 PM


From: "Octavio Guerra" <octavio_guerra@yahoo.com>


To: "Patricia *******************************




¿Cómo estás, Patricia?


Muchas gracias por tomar tiempo para leer mi blog y escribirme. No sabes cómo aprecio tu respuesta. Como es lógico, todos debemos tener nuestra propia opinión sobre cada asunto, en eso se basa el desarrollo de las ideas. Comprendo que mi artículo fue demasiado extenso y denso, por lo que te agradezco más aún la atención prestada. En realidad, me dejé llevar por el propio rechazo que sentía con respecto al tema, cuya controversia se había hundido en lo intrascendente, obviando lo realmente importante. Estoy de acuerdo contigo en que fui duro pero no coincido con la perspectiva predominantes en el exilio cubano, todo lo contrario, ya que este fue dominado por la polémica trivial, defecto que lo ha llevado históricamente a perder la guerra ideológica con la dictadura cubana. He sido duro precisamente porque, primero, considero que la ingenuidad es un pecado en política y, segundo, no creo que nadie que la practique tenga un pelo de cándido. Me imagino, por tus palabras, que Juanes y los artistas que lo acompañaron no te son indiferentes y siento no compartir tus gustos estéticos. Ahora bien, esto no tiene nada que ver con gustos musicales. Las últimas noticias me han confirmado las sospechas que expresé en el comentario en cuestión de que el tan magnificado concierto de Juanes no era otra cosa que una cortina de humo sobre los movimientos diplomáticos que, tras bambalinas, se estaban dando entre Washington y La Habana. La polémica y las protestas de las semanas anteriores al concierto habían hecho pasar casi inadvertidas las visitas de algunas personalidades norteamericanas a Cuba, como obispos católicos, congresistas y hasta el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson. Sin embargo, no será hasta una semana después del concierto que se informará sobre una visita mantenida en secreto tanto por el gobierno cubano como el de los EE.UU. de un alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano a Cuba. Este fue la señora Bisa Williams, subsecretaria de estado para el hemisferio occidental, quien viajó a Cuba el 17 de noviembre, "casualmente", tres días antes del concierto de Juanes. Durante todo este largo tiempo, estableció conversaciones secretas con altos funcionarios del gobierno cubano sin que, hasta el momento, se haya informado absolutamente nada. En un acto que no me atrevo a calificar por parte de la secretaría de estado, no es hasta el martes 28, once días más tarde, que se informó de esta visita, sólo cuando la señora Williams se entrevistó con ciertos disidentes cubanos en la sede de la SINA (oficina de intereses norteamericanos en la Habana). Esto fue informado así con claros propósitos de "endulzarle" la píldora al exilio y la oposición. Esto me hace sospechar que no fue Juanes quien fue a pedirle a la secretaria de Estado, Hilary Clinton, el permiso para dar su concierto a Cuba. Por el contrario, existen indicios de que la visita de la señora Williams a Cuba en los momentos en que se preparaba y se efectuaba el concierto no fue nada casual. En el comentario anterior nos preguntábamos de dónde había sacado Juanes la idea de trasladar su proyecto "Paz son Fronteras" a la Habana. Ahora, todo parece indicar que fue la propia señora Williams la autora y la promotora de la idea, apoyada, en parte, por el capital de ciertos "anónimos" personajes del exilio cubano. Es decir que la ingenuidad y las buenas intenciones que tanto se le han querido endilgar al cantante colombiano no son tales.


Ahora bien. ¿De qué habrá hablado la señora Williams con las autoridades cubanas? ¿Qué busca el gobierno norteamericano en la Habana con tanto interés y a espalda de los cubanos de ambas orillas del Estrecho de la Florida? Un artículo del Nuevo Herald de Miami titulado Congreso de EE.UU. rezagado en la política hacia Cuba* me aclaró bastante. Lo que más me llamó la atención de este titular fue del adjetivo "rezagado". Ello sugiere que hubiera una carrera política en las altas esferas de Estados Unidos por quitarle el embargo al gobierno de Cuba. Y, ahora bien, ¿por qué tanto interés en el momento en que el gobierno de los Castro sufre el mayor estancamiento económico, político y social? ¿Por qué el presidente Obama, ante tan importantes y urgentes asuntos nacionales e internacionales en todas altas esferas imaginables, priorizó la cuestión cubana más que otro cualquier presidente anterior? ¿Porque se percataron que el bloqueo "beneficiaba" a la tiranía castrista? ¿Por favorecer al pueblo cubano que ha sufrido el comunismo durante medio siglo? ¿Por restituirle el derecho constitucional al pueblo norteamericano de viajar a dónde estime conveniente? Me parece que en el artículo aparecido en el Nuevo Herald de Miami yace la respuesta. En el mismo, se describen los proyectos de ley (bills) que, según el articulista, el Congreso se ha "retrasado" tanto en aprobar. El primero es la Ley de Libertad de Viajes a Cuba, que, en realidad, no tiene urgencia ni política ni económica para los norteamericanos, excepto para el gobierno de Cuba por los grandes dividendos que le reportará el turismo norteamericano. El otro bill es la Ley de Fomento de Exportaciones Agrícolas del 2009, la cual, cuando se apruebe, será totalmente nominal pues las importaciones agrícolas de Cuba desde Estados Unidos ascienden ya a 700 millones de dólares anuales y seguirá creciendo con o sin ley. Sin embargo, el proyecto de ley de mayor alcance y de mayor interés para los norteamericanos es la Ley de Seguridad Energética en las Américas del 2009. Este le permitiría a las empresas estadounidenses la prospección y la perforación petrolíferas dentro de las aguas territoriales de Cuba tras cincuenta años de prohibiciones por parte del gobierno norteamericano. En particular, le consentiría a las empresas exportar los equipos necesarios para esas labores sin una licencia especial. También, como si esto fuera poco, legalizaría el envío a los Estados Unidos del petróleo extraído en aguas territoriales cubanas. En tal caso, ya nada importaría si quitan el llamado "embargo" al gobierno de los Castro o no. La entrada de las grandes empresas petroleras en la Zona de Exclusión Económica cubana del Golfo de México implicaría todo un tsunami de billones de dólares para la tiranía castrista, amén de todo el combustible que necesite, sin que esta tenga que levantar un dedo ni invertir un centavo. Ello aseguraría su eternización en el poder a pesar de su total desgobierno e incapacidad administrativa. Y lo más bonito es que el pueblo cubano se beneficiará bien poco de ello ya que no propiciará cambios internos algunos, ya sean económicos como políticos. No sería siquiera el caso de China, que se transformó en la maquiladora de Estados Unidos, lo cual generó cientos de millones de empleos para el pueblo chino, así como una enorme clase media consumidora y una importante clase empresarial, transformando la economía, la infraestructura y la sociedad de este enorme país. En el mejor de los casos, un grupo de trabajadores cubanos laborarán en las plataformas offshore bajo las mismas condiciones que trabajaban para cualquier otra empresa extranjera en Cuba, recibiendo sólo una ínfima parte del salario que las empresas norteamericanas le paguen al gobierno de Cuba por cada trabajador. De esta forma, las empresas "monopolistas" petroleras del "enemigo imperialista", tan vilipendiadas por la propaganda castrista, quedarán lejos de las costas cubanas. Con ello, se elimina su nefasta influencia ideológica para el gobierno cubanos mientras este recibe todas sus bondades financieras y políticas, al convertirse en uno de los estratégicos sostenedores de la independencia energética del gigante del norte. Lo mejor de todo es que ni a Saavedra, el "líder" de Vigilia Mambisa (la treintena de ancianos que machacaron unos CDs en la calle 8 de Miami) ni a nadie del exilio cubano se le ha ocurrido ir con su aplanadora a planchar copias de los bills frente al Capitolio o a amenazar a nadie de la secretaría de Estado.


Te escribo esto, Patricia, sobre todo porque ustedes los venezolanos son la próxima víctima de los planes de devastación total de la nación por los comunistas, para que vayan aprendiendo, como los cubanos, a leer entre líneas todas las informaciones mediáticas sobre su país.


Un saludo

Octavio