Sunday, December 21, 2014

LA PRECIPITADA RECONCILIACIÓN ENTRE WÁSHINGTON Y LA HABANA



El acontecimiento –eternamente ansiado, casi como una quimera imposible- ocurrió cuando menos se lo esperaba.

El pasado 17 de diciembre, día demasiado señalado para el folclore cubano, Barak Obama, presidente de los Estados Unidos de América, y Raúl Castro, presidente del Consejo de Estado y de Ministros, primer secretario del Partido Comunista de Cuba y jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, anunciaron simultáneamente, desde sus respectivas capitales, el reinicio de las relaciones entre ambos gobiernos.

Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba habían estado interrumpidas durante casi 54 años, desde el 3 de enero de 1961. El entonces presidente Dwight D. Eisenhower había decidido cerrar la embajada norteamericana en la Habana a raíz de la firma del tratado comercial ente Fidel Castro y la URSS.

El anuncio ocurrió por sorpresa, como la explosión del Maine, el hundimiento del Lusitania, el ataque a Pearl Harbor, los sucesos del Golfo de Tonkín o el asalto tipo kamikaze a las Torres Gemelas.

Claro, para un observador avispado, esto se veía venir.

Durante el último año y medio, desde junio del 2013, ha habido intensas y no tan secretas negociaciones entre la Habana y Washington por mediación del Vaticano –bajo la égida de un papa latinoamericano afecto a la Teología de la Liberación- y Canadá, eterno “amigo” económico y político del régimen castrista.

En el ínterin, el gobierno de Estados Unidos eximió al de Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo.

El 20 de mayo de este año, una carta de las personalidades más influyentes en EE.UU. le pidió al presidente Obama aliviar las relaciones con Cuba. Al frente de los firmantes, se encontraba David Rockefeller –uno de los más importantes diseñadores del mapa político y económico mundial- que, a sus casi 99 años, parece continuar liderando del círculo de financieros y políticos que diseñan la economía mundial desde el Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreing Relations o CFR), el “think tank”” más influyente del mundo, la Reserva Federal, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral y otras. (En este blog, hemos intentado investigar la larga y estrecha relación entre Fidel Castro y David Rockefeller.)

Recientemente, varios editoriales del New York Times sobre Cuba auguraban que algo gordo se estaba cocinando en la trastienda política

Y, de pronto, sin vaselina ni saliva, el anuncio simultáneo de Obama y Raúl, con afectuosa y extensa llamadita telefónica entre ambos, mediante.

Ahora bien, ¿Por qué ha sido tan atropellado el anuncio simultáneo del restablecimiento de relaciones diplomáticas?

Todo ha ocurrido como si ambos presidentes se apresuraran a evitar que alguien se interpusiera y desconcentrar a todos los involucrados históricamente en la cuestión cubana. Además, ¿por qué precisamente hora?

Desde el punto de vista más inmediato y superficial, una de las hipótesis más racionales sobre esta decisión precipitada del presidente Obama sería, primero, que este deseara adelantarse a la primera sesión del 114o Congreso de los Estados Unidos el próximo 3 de enero del 2015, dominado por una mayoría Republicana el cual hubiera entorpecido cualquier decisión presidencial.

Se podría aducir que Obama habría tenido tiempo suficiente para haberlo anunciado con antelación. Sin embargo, lo que ambas partes parecen haber estado esperando era el acontecimiento que diera luz verde al restablecimiento de relaciones diplomáticas. Me refiero a la muerte de Fidel Castro o, al menos, su caída definitiva en un coma irreversible.

Estoy absolutamente seguro que el ego metagaláctico del Comandante en Jefe y la importancia hipertrascendental que siempre le ha dado a su “prestigio”, “carísima” e “intransigencia” jamás le hubieran permitido en vida aceptar una reversión de aquello a lo que dedicó su carrera política en pleno, es decir, a la perpetuación del enfrentamiento entre el minúsculo David isleño y el “Goliath” del “Imperialismo” global norteamericano, el mayor enemigo que jamás nadie haya enfrentado. Sin embargo, ello no significa que creamos que Fidel haya sido efectivamente un revolucionario nacionalista, comunista y antimperialista honesto, consecuente e intransigente hasta la tumba, al modo de un Amadís de Gaula, un Cid Campeador o un San Jorge según el hispano sentimiento de hidalguía, perviviente en el espíritu de los cubanos.

La sicología del dictador, demostrada durante toda su longeva ejecutoria política, marcada por una autoegolatría, un egocentrismo y una hiperautoestima desmedidos no le permitirían jamás admitir lo que siempre fue. Fidel Castro jamás dejó de ser un matón mafioso que encontró la forma de trascender los círculos locales y nacionales al convertirse en agente provocador internacional al servicio de los poderes de dominación global. En consecuencia, Fidel Castro es el peor traidor de cuanto ha pretendido defender en su vida.

Fidel traicionó a sus movimientos políticos originarios –el Partido Revolucionario Cubano Ortodoxo y el Movimiento 26 de Julio- al confabularse con los agentes de Moscú del Partido Socialista Popular. Traicionó la revolución cubana, cuyo objetivo era la reinstauración de la democracia y el estado de derecho en Cuba, convirtiéndola en la peor y más longeva tiranía de toda América Latina. Traicionó a su patria, entregándosela, a los soviéticos. Para todo ello, destruyó a su país, su naturaleza, su infraestructura, su economía, sus instituciones y tradiciones, sumiendo a su pueblo en la mayor miseria y el peor estado de esclavitud.

Ahora bien, ¿por qué querría Obama restablecer las relaciones con Cuba? ¿Cuál es la urgencia? ¿En qué reside su perentoria necesidad?

Cuba es el país más empobrecido e improductivo del hemisferio occidental.

Para Estados Unidos y su gobierno, Cuba no tiene significado económico ni político ni militar alguno. Hace mucho que dejó de ser la apariencia de una amenaza para la seguridad interna norteamericana. Quizá, ahora, el único obstáculo para un éxodo masivo de cubanos a Estados Unidos sea el depauperado régimen castrista, pero ello siempre ha sido así y no es necesario restablecer las relaciones diplomáticas ni levantar el bloqueo para mantenerlo de esa forma.

Es cierto que varios presidentes norteamericanos antes que Obama exploraron la posibilidad de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba y levantar el embargo sobre el comercio con la Isla. También es cierto que, cada vez que un presidente norteamericano hacía algún gesto en tal sentido, Fidel Castro hacía una de las suyas para corroborar la imposibilidad de una negociación al respecto. ¿Por qué no ocurriría esta vez igual?

Nada ha cambiado en Cuba, sobre todo, bajo el “mandato” de Raúl Castro.

Las llamadas “reformas” del ”gobierno” de Raúl Castro no han ido más allá de revivir las antiguas “aperturas” de su hermanazo de los ochenta y los noventa, cuando permitió el trabajo por cuenta propia, los mercados “libres” campesinos y el mercado de artesanos en la Plaza de la Catedral y otros lugares. Lo único extraordinario ha sido la pretendida autorización de ventas de casas y autos. Sin embargo, esta no es una reforma en sí, sino una jugada de engaño. El único en Cuba que tiene todos los recursos para restaurar legamente grandes mansiones y autos de colección es el gobierno. Así, el propio gobierno puede vender costosos inmuebles y autos de colección a través de sus agentes encubiertos que funjan como “propietarios privados”, dando así una apariencia de apertura.

Aunque Cuba ha sido borrada de la lista de países que promueven el terrorismo y ha disminuido su influencia en África y el Medio Oriente, el gobierno de los Castro sigue desestabilizando países en América Latina, influyendo en los gobiernos de Nicaragua, Honduras, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, no sólo en su agresión a sus propios pueblos, sino sobre todo en la oposición de estos a Estados Unidos. Tampoco ha dejado de apoyar a los movimientos narcoterroristas de Colombia y, no dudarlo, otros países, como cuando era su cabeza directriz para toda América Latina, África y el Medio Oriente.

Por otra parte, los mismos que aún gobiernan Cuba representaron una amenaza mayor para Estados Unidos que Vietnam, Iraq, Irán, Corea del Norte, Al Qaeda y el llamado Estado Islámico. Cuba fue el único país que amenazó a EE.UU. con un ataque nuclear y ayudó a desestabilizar toda América Latina y buena parte de África y el Medio Oriente. El régimen cubano inundó, además, Estados Unidos de espías al servicio de todos los enemigos de este país.

El régimen cubano sigue siendo un gobierno diseñado acuciosamente para evitar el establecimiento de la democracia, el estado de derecho y la sociedad civil, y contra los derechos individuales, civiles y humanos. La única forma de hacerlo ha sido a través de la destrucción de todas las relaciones e instituciones económicas, sociales, democráticas y no gubernamentales del país. Ello ha conllevado la destrucción total de su economía, recursos naturales, tecnología, infraestructura, tradiciones, etc. La economía centralizada ha conducido a la desaparición de toda la actividad industrial, agrícola y comercial de la Isla, algo en lo que el pretendido embargo norteamericano no ha influido en nada.

A contrapelo de quienes consideran la crisis económica permanente de la Isla como el mayor “fracaso” del régimen, en realidad, ello es su más alto logro.

El gobierno castrista ha seguido estrictamente los lineamientos estalinistas básicos de mantener en la situación más paupérrima a la población para garantizar su completa dependencia económica, política e ideológica del estado. Es decir, que con el desastre económico nacional, el gobierno de los Castro impuso un régimen de esclavitud generalizada perfeccionado en Cuba, al estilo de la Unión Soviética de Stalin, la China comunista de Mao Zedong, La Norcorea de Kim Il Sung, el Viet Nam de Ho Chi Min y la Cambodia del Khmer Rojo.

El pretendido “embargo” o “bloqueo” norteamericano tampoco ha influido en el colapso industrial e infraestructural de Cuba. Desde 1961, en que comenzó el subsidio soviético al gobierno castrista, hasta 1991, en que se “desmerengó” en comunismo, el bloque comunista envió a la Isla colosales cantidades de recursos financieros y tecnológicos para el desarrollo industrial e infraestructural del país. El gobierno de Fidel Castro dilapidó todos esos recursos en aventuras terroristas y propagandísticas en todo el mundo, dejando que se desintegraran enormes complejos industriales en los montes donde los abandonaron, cuando no, los revendían a países dirigidos por sus cómplices.

Hoy día, desde que desmanteló su industria azucarera, Cuba se ha transformado en un país que no produce absolutamente nada, aparte de insignificantes cantidades de cítricos, tabaco y ron que exporta gracias a su antiguo prestigio, ya que su calidad hace mucho que decayó totalmente con respecto a la época de su antigua gloria mundial..

El turismo se ha deprimido significativamente desde sus días de auge en los noventa, cuando anualmente visitaban la Isla dos millones de turistas de bajos recursos.

El gobierno de los Castro subsiste gracias a los subsidios de Venezuela –revendiendo buena parte del petróleo que le regala el gobierno semicolonial de chavista madurista-, Brasil, China, España, Rusia y los alimentos que compra directamente en Estados Unidos, cuya agricultura se halla altamente subsidiada en general por el contribuyente americano. Pero, esto no es nada nuevo, ya que el gobierno de Castro ha subsistido históricamente exprimiendo a sus compinches como ha hecho con la URSS, Angola, Chile, Nicaragua, Canadá, Venezuela, España, los narcoguerriilleros y los incautos inversionistas a los que se les ocurrió hacer negocios con Castro en los 90.

Por demás, el restablecimiento de relaciones llega en uno de los momentos más difíciles para la tiranía cubana.

El Estado benefactor protector ya había colapsado al producirse la caída de la URSS. Desde hace veinte años, el gobierno castrista es incapaz de ofrecer siquiera productos racionados, servicios públicos, médicos, educación, etc.

La caída del precio del petróleo ha puesto en aprietos a uno de sus puntales, la dictadura de Maduro en Venezuela, situación que se refleja con rudeza en la economía cubana.

La miseria y la desesperación del pueblo cubano parecen haber llegado al límite. La población demuestra cada día que ya no tiene nada que perder y ofrece un abierto rechazo al gobierno castrista.

La lucha de la disidencia interna se ha intensificado su actividad y la represión se ha recrudecido ostensiblemente.

Las salidas ilegales se han multiplicado, teniendo el gobierno que retomar los antiguos métodos de acometer las frágiles embarcaciones de los balseros en el mar a costa de la vida de los emigrantes, para que en EEUU no se piense que hay un nuevo éxodo masivo,

Es como si el gobierno de Obama quisiera tirarle un cabo salvador al asfixiado régimen de Castro en momentos de la desaparición del fosilizado líder de la revolución cubana, único puntal real del régimen cubano.

Entonces, si el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba ha sido un acto festinado y sin sentido, la noticia sólo me hace pensar –más bien me confirma- que el cuento del diferendo entre Estados Unidos y Cuba ha sido una de las mayores farsas políticas de la historia.


Tuesday, May 20, 2014

ULTIMA HORA: ROCKEFELLER AL RESCATE DE CASTRO (NUEVAMENTE)


 
 

 
Hoy, 20 de mayo, se cumplen 112 años de la proclamación de la independencia de Cuba, otorgada por el gobierno interventor norteamericano, tras gobernar la Isla por cuatro años tras la retirada del gobierno colonial español en 1898.

Aprovechando la efeméride y, para darle un carácter ideológico más emocional, un grupo de individuos “particulares”, según la coletilla del documento firmado por ellos, publicaron una carta abierta al presidente Barack Obama en el que le solicitan su apoyo personal y su influencia como jefe del ejecutivo a favor de lo que llaman “la sociedad civil” en Cuba.1

La definición de “sociedad civil” es algo elusiva. Por ello diversos teóricos del derecho y organizaciones e instituciones académicas, financieras y gubernamentales o no, han forcejeado con su definición desde antes de Aristóteles.

En general se distingue la sociedad civil por ser aquélla que se constituye sin un objeto mercantil, o al menos, no puramente mercantil.

Alexis de Tocqueville, se identifica "sociedad civil" con el conjunto de organizaciones e instituciones cívicas voluntarias y sociales que fungen como mediadores entre los individuos y el Estado. Esta definición incluye, pues, tanto a las organizaciones no lucrativas u organizaciones no gubernamentales como a las asociaciones y fundaciones. El concepto decimonónico incluyó también a las universidades, colegios profesionales y comunidades religiosas.

El Banco Mundial ha adoptado una definición de la sociedad civil desarrollada por un número de centros de investigación: "el término sociedad civil para referirse a la amplia gama de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro que tienen una presencia en la vida pública, expresando los intereses y valores de sus miembros u otros, basados en principios éticos, culturales, consideraciones políticas, científicas, religiosas o filantrópicas. Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), por tanto, se refieren a una amplia de gama de organizaciones: grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales (ONG), sindicatos, grupos indígenas, organizaciones de caridad, organizaciones religiosas, asociaciones profesionales y fundaciones”.2

Para la Organización de las Naciones Unidas, las organizaciones de la sociedad civil son las organizaciones no gubernamentales u ONG. 3

 John A. Hall, Profesor de Sociología Histórica en la Universidad McGill de Montreal, distingue cinco enemigos de la sociedad civil:

1.      Despotismo: terror que desalienta la formación de cualquier tipo de grupo entre la sociedad y el gobierno.

2.      Renacimiento de tradiciones sobre las virtudes cívicas republicanas: cualidades con valor o principio moral establecidas por un número de disposiciones a obedecer.

3.      Formas específicas de nacionalismo: el triunfo del imperio de la mayoría y la asimilación total con el fin de formar una sociedad ideal.

4.      Ideologías totalizadoras

5.      Ideales culturales esencialistas: celdas  sociales que determinan la función y el valor de cada individuos en la sociedad.4

Esto último les sonaría harto conocido a los cubanos, sobre todo los que viven o han vivido una buena parte de sus vidas en la Isla.

En resumen, en Cuba, desde que Fidel Castro tomó el poder, simplemente no existe la sociedad civil y es imposible que exista.

El comunismo es una sociedad perfecta. Se haya perfectamente diseñada para eliminar toda posibilidad de democracia, estado de derecho y sociedad civil.

Desde su creación definitiva por Stalin en la URSS, toda institución, organización, bien material y cada uno de los individuos sometidos a su imperio, son propiedad del estado.

El comunismo es el sistema moderno de la esclavitud generalizada perfeccionada. Otras sociedades antiguas con características de esclavitud generalizada no poseían tal perfección. Egipto antiguo, Babilonia, China, la India, Persia permitían el comercio entre individuos y cierta independencia económica, de asociación e informacional entre los mismos. Sin embargo, el comunismo diseñado por Stalin (y aplicado por Mao Zedong, Kim Il Sung, Ho Chi Min y Pol Pot en su forma más brutal) no deja ventana alguna a la independencia e iniciativa personal.

El caso de la Cuba castrista no es una excepción. Todo lo contrario.

El partido comunista y sus brazos represivos mantienen un rígido control sobre cada actividad, agrupación e individuo.

Todas las llamadas organizaciones no gubernamentales en Cuba están controladas directa e indirectamente por el partido comunista: organizaciones religiosas, deportivas, culturales, de entretenimiento, cría de animales, lo que sea. Incluso, las organizaciones disidentes y opositoras son particularmente penetradas y organizadas desde instituciones correspondientes secretas en el Comité Central del partido y la seguridad del Estado.

Incluso, es triste decir que la mayoría -por no decir todas-, las organizaciones opositoras en el exilio han sido penetradas en algún momento y son penetradas constantemente por la inteligencia castrista, impulsando secretamente muchas de sus acciones en apoyo de la propaganda del gobierno de la Isla.

Quienes no quieren comprender esto no entienden la naturaleza del régimen comunista implantado por los Castro en Cuba.

No me opongo a que los cubanos del exilio ayuden a sus familias en la Isla. De hecho, es una forma de salvarles la vida dada la carencia crítica de alimentos, productos de higiene, ropa, electrodomésticos, medicinas, servicios médicos y la más elemental seguridad constructiva, infraestructural, higiénica, social y de todo tipo.

Enviar remesas a los familiares en Cuba y, sobre todo, traerlos a los EE.UU. es la forma de salvarles la vida.

De todas formas, no son las remesas las que aprovecha Castro, sino los enormes negocios que su familia tiene secretamente en los propios Estados Unidos y el resto del Mundo solapados bajo una enorme red de empresas fantasmas cobijadas bajo el amparo de las organizaciones financieras internacionales.

Las ganancias de estas empresas son las que sostienen a Castro, junto a los subsidios de sus aliados como Rusia y China, y sus subordinados semicoloniales como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, etc.

Si se lee la carta a Obama (que he traducido para beneficio de lectores hispanos), es un llamado desesperado a salvar al asfixiado gobierno Cubano.

Los “firmantes” le piden al presidente norteamericano que utilice los poderes a su disposición para evadir la ley del embargo económico, tan difícil de derogar en el Congreso, como reconocen.

Piden permitir los viajes de organizaciones y empresarios a Cuba para desarrollar  actividades comerciales y financieras en Cuba, con microempresarios y campesinos “independientes”, dicen, así como darle licencia a ciertos productos de alta tecnología para que puedan ser exportados a Cuba como se hace ahora con los productos agrícolas. Igualmente, piden ampliar el envío ilimitado de dinero a terceros no familiares del remitente.

Estos señores no saben perfectamente que jamás esos recursos financieros y tecnológicos jamás llegarán al pueblo cubano y quedarán en manos del gobierno, el cual los utilizará para su supervivencia, sobre todo ahora que ha reducido al país a la total dependencia de subsidios de sus aliados.

Cuba se ha reducido a ser un país sin medios económicos algunos, como el azúcar los cítricos, el tabaco, el níquel u otros. Ni siquiera el turismo. Cuba no produce ningún bien o servicio, sólo exporta medios y especialistas en terrorismo e injerencia política en otros países, como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, etc.

Darle un respiro al gobierno castrista en estos momentos es criminal, más bien, genocida.

Y, ¿quiénes son los firmantes y promotores de esta carta?

No son representantes de la oposición en el país o en el exilio, ni organizaciones democráticas ni de derechos humanos.

Escondido en medio de la multitud de firmantes, se haya nada menos que David Rockefeller.

El patriarca de los Rockefeller, con noventa y nueve años de edad, aún sale de su retiro de años al rescate de su amigo del alma Fidel Castro (ver el artículo en este blog “LA CONSPIRACIÓN CUBANA (DOS): CASTRO Y LOS ROCKEFELLER” en http://havanaschool.blogspot.com/2010/09/la-conspiracion-cubana-dos-castro-y-los.html).
Lo apoyan, una serie de sus viejos camaradas del Council on Foreign Relations, los cuales, a pesar de haber sido  generales y altos funcionarios del gobierno norteamericanos, acuden al llamado de su jefe en ayuda del único hombre que ha amenazado realmente a lanzar la bomba atómica en el territorio norteamericano, ha promovido el terrorismo y el intervencionismo en todas partes del mundo,  apoya a todos los gobiernos hostiles a Estados Unidos y sigue llenando de espías a su vecino del norte.

Para que no les quede dudas, a continuación, les publico la dichosa carta en español.

 

 Carta Abierta al Presidente Obama: Apoye la Sociedad Civil en Cuba1

 

Estimado Sr. Presidente,

Su administración ha tomado varias medidas importantes para apoyar al pueblo cubano mediante la apertura de los viajes de las familias cubano americanas, la ampliación de las remesas y permitir viajes con determinados propósito para más estadounidenses. Esas políticas han fomentado los contactos directos entre los Estados Unidos y el pueblo cubano, han proveído medios de vida los cubanos de a pie y han revitalizado la sociedad civil cubana. Como resultado, la sociedades cubana y estadounidense comparten más información y están más conectados hoy que en los últimos cincuenta años.

Ahora más que nunca, los Estados Unidos pueden ayudar a que el pueblo cubano determine su propio destino mediante la ampliación de las reformas de la política norteamericana que ya se han iniciado. Tales esfuerzos tratarán de proporcionar aperturas y oportunidades para apoyar al pueblo cubano en sus actividades económicas cotidianas, en su deseo de conectarse abiertamente entre ellos y con el mundo exterior, y para apoyar el amplio espectro de la sociedad civil, las organizaciones independientes no creadas por el Estado, fundadas para impulsar las necesidades económicas y sociales, independientemente de su orientación política. Ello no sólo posibilitará la profundización de los contactos entre los EE.UU. y de la sociedad cubana, sino también ayudará a los cubanos aumentar su autosuficiencia e independencia. Pero, el tiempo importa y esta ventana de oportunidad puede no permanecer abierta indefinidamente. Al mismo tiempo, los EE.UU. se encuentra cada vez más aislado internacionalmente en su política hacia Cuba. En el actual clima político, poco se puede hacer legislativamente, pero la Administración de Obama tiene una oportunidad sin precedentes para marcar el comienzo de un progreso significativo, usando su autoridad ejecutiva en momentos en que la opinión pública sobre la política de Cuba se ha desplazado hacia un mayor compromiso con el pueblo cubano mientras se continúa con la presión sobre el gobierno cubano en materia de derechos humanos.

Los miembros abajo firmantes - individuos del sector privado, centros de investigación, organizaciones no gubernamentales y fundaciones - aprecian y reconocen las medidas que usted  ha adoptado para mejorar las relaciones entre EE.UU. y Cuba.

Además, proponemos las siguientes recomendaciones que usted, Sr. Presidente, puede tomar a través de su autoridad ejecutiva de profundizar los cambios ya en marcha, dando mayor libertad a individuos y las organizaciones privadas para servir directa o indirectamente como catalizadores para un cambio significativo en Cuba.

1 . Ampliar y salvaguardar los viajes a Cuba para todos los estadounidenses

a. Expandir los viajes con licencia en general para incluir intercambios de las organizaciones profesionales, incluyendo los que se especializan en la ley, los bienes raíces y la titulación de tierras, los servicios financieros y de crédito, hospitalidad, y cualquier área definida como apoyo a la actividad económica independiente.

b . Expandir los viajes con licencia en general para las organizaciones no gubernamentales e instituciones académicas,  permitiéndoles abrir cuentas bancarias cubanas con fondos para apoyar sus programas de educación en Cuba.

c . Autorizar los viajeros de Estados Unidos a Cuba de tener acceso a tarjetas prepagadas emitidas por Estados Unidos y otros servicios financieros -incluyendo seguros para los viajeros- para ampliar las posibilidades de comercio con empresarios independientes y salvaguardar los viajes People to People (Pueblo a Pueblo).5

2 . Aumentar el apoyo a la sociedad civil cubana a.

a . Permitir remesas ilimitadas a no familiares con el propósito de apoyar la actividad independiente en Cuba y ampliar los tipos de bienes que los viajeros pueden llevar legalmente a la isla para apoyar a los microempresarios.

b . Establecer nuevas licencias para la prestación de servicios profesionales a empresarios independientes cubanos.

c . Autorizar la importación y la exportación de determinadas mercancías y servicios entre el sector privado de EE.UU. y los empresarios independientes cubanos.

d. Permitir ONG de Estados Unidos y otras organizaciones para hacer préstamos directos a los pequeños agricultores, las cooperativas, los trabajadores autónomos y las microempresas en Cuba.

e . Permitir que se utilicen las remesas familiares como crédito o renta variable en las microempresas cubanas y pequeñas granjas.

f . Permitir que las instituciones académicas de los Estados Unidos les ofrezcan becas a estudiantes cubanos excepcionales.

g . Permitir a los empresarios cubanos a participar en pasantías en las empresas estadounidenses y las organizaciones no gubernamentales.

h . Promover el intercambio de estudios agrícolas entre las organizaciones no gubernamentales con sede en EE.UU. y granjas cooperativas privadas en Cuba.

i . Autorizar la venta de equipos de telecomunicaciones en Cuba, incluyendo torres para celulares, antenas parabólicas y teléfonos.

j . Autorizar licencias generales de viaje para la investigación, la comercialización y la venta de equipos de telecomunicaciones.

k . Autorizar que las transacciones de hardware de telecomunicaciones se realicen a través de licencias generales de la misma manera que las transacciones existentes para los productos agrícolas.

3 . Dar prioridad a la participación de principios en áreas de interés mutuo a.

La Administración Obama debería entablar un debate serio con sus homólogos cubanos en la seguridad mutua y las preocupaciones humanitarias, tales como la seguridad nacional, la migración, la prohibición de drogas, y el medio ambiente, entre otros. Los Estados Unidos deben incrementar estas conversaciones para presionar a los funcionarios cubanos en asuntos tales como la liberación de Alan Gross y la permanente preocupación por los derechos humanos.

4 . La Administración Obama debe adoptar medidas para garantizar a las instituciones financieras que están autorizadas para realizar todas las transacciones financieras necesarias y coincidentes con todas las actividades autorizadas.

 

John Adams, el General de Brigada, Ejército de EE.UU. (Retirado); ex Representante Militar Adjunto de EE.UU. ante la OTAN; ex Jefe Adjunto del Estado Mayor de Inteligencia, del Ejército de EE.UU.

Ricky Arriola, director general de Inktel

Joe Arriola , ex Gerente de la Ciudad de Miami

Bruce Babbitt, ex gobernador de Arizona; el ex secretario de Gobernación

Harriet Babbitt, ex embajador de EE.UU. ante la Organización de los Estados Americanos

Carol Browner, ex administradora de la EPA ; ex Director de la Casa Blanca, Oficina de Cambio Climático y Política Energética

Diana Campoamor, Presidente, Hispanics in Philanthropy

Paul Cejas, ex embajador de EE.UU. ; Presidente y CEO , PLC Investments , Inc.

Gustavo A. Cisneros, Presidente de la Organización Cisneros

Jeffrey Davidow, ex secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental

Byron Dorgan, el ex senador EE.UU.

Andrés Fanjul, Fanjul Grupo

Richard Feinberg, ex asesor latinoamericano en la Casa Blanca; Profesor de la Universidad de California en San Diego

Christopher Findlater

Mike Fernández, presidente de MBF Healthcare Partners

El Reverendo Leo Frade, obispo episcopal del Sudeste de Florida

Pedro A. Freyre, Socio, Akerman LLP

Dan Glickman, ex secretario de Agricultura; el ex congresista de Kansas

Lee Hamilton, ex presidente de EE.UU. Casa de la Comisión de Asuntos Exteriores y de la Comisión Especial Permanente de Inteligencia

Jane Harman, ex congresista

David Hernández, Co - fundador y CEO de Liberty Power

Vicki Huddleston, Embajador de EE.UU. ( retirado); el ex jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. ; ex director de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado

Peter J. Johnson, asociado a David Rockefeller

Eduardo Mestre, Asesor Principal en Evercore ; Miembro de la Junta de Avis Budget y Comcast Corporation

Marcelino Miyares, Presidente MM Communications Inc.

Moisés Naím , asociado senior , Carnegie Endowment for International Peace

John Negroponte, ex subsecretario de Estado; ex Director de Inteligencia Nacional

Michael Parmly, ex Jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. , La Habana

Ralph Patino, Abogado Litigante Civil ; Fondo Futuro Miembro de la Junta

Jorge Pérez, presidente , CEO y Fundador de The Related Group

El embajador Thomas Pickering, ex subsecretario de Estado para Asuntos Políticos

David Rockefeller, presidente honorario de la Sociedad de las Américas / Consejo de las Américas

Christopher Sabatini, director senior de Política, Sociedad de las Américas / Consejo de las Américas ; Editor en Jefe , Americas Quarterly

Carlos Saladrigas, presidente del Regis HR ; Presidente del Grupo de Estudio de Cuba ; miembro de la junta directiva de Duke Energy Corporation y Advance Auto Parts, Inc.

Ken Salazar, ex Secretario del Interior de los EE.UU. ; el ex senador de EE.UU. ; el ex Fiscal General de Colorado

Susan Segal, Presidente y CEO , Americas Society / Council of the Americas

Embajador Charles Shapiro, ex embajador de EE.UU. en Venezuela ; Presidente del Instituto de las Américas

Anne- Marie Masacre, Presidente y CEO de la Fundación Nueva América ; ex Director de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de EE.UU.

Hilda L. Solis, ex Secretario de Trabajo de los EE.UU. ; ex miembro del Congreso

Enrique Sosa, ex presidente de Dow Chemical America del Norte

El almirante James Stavridis, Comandante del Comando Sur de EE.UU. 2006-2009; Comandante Supremo Aliado de la OTAN 2009-2013 ; Decano de la Escuela Fletcher de la Universidad Tufts

Alan Stoga, Presidente / Fundador, Zemi Comunicaciones; Vicepresidente, Sociedad de las Américas

Strobe Talbott, ex subsecretario de Estado

Arturo Valenzuela, ex secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental; Profesor de Gobierno y Asuntos Internacionales de la Universidad de Georgetown

Alexander Watson , ex Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental

George Weiksner, Vice Presidente, Credit Suisse

Los firmantes anteriores han suscrito esta carta a título personal y no reflejan los puntos de vista de su organización o universidad, actual o pasada.

 

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Notas





5.       Viajes People to People: programa con licencia del Department of the Treasury, Office of Foreign Assets Control (OFAC) patrocinados por diversas organizaciones (ver http://www.lawg.org/storage/documents/people2people.pdf)