Thursday, October 8, 2009

DESTINO MANIFIESTO

Re: [***SPAM*** Score/Req: 05.4/5.0] escuela habanaWednesday, October 7, 2009 6:25 PM

From: "Tomás Urquiza" ************


To: "Octavio Guerra" <octavio_guerra@yahoo.com>


En efecto, Octavio, la cacareada cortina de humo de Juanes ocultaba, hábil aunque efímera, muchos movimientos sigilosos, como el de Mel Zelaya, desde nadie sabe dónde hasta la embajada brasileña en Tegucigalpa. Movimientos claves, en políticas y economías globalizadas, ocultó el mega concierto del que todo el mundo estuvo, como si no existieran otras cosas, pendiente. Una puesta en escena genial, ante un público por varias razones excepcional. Como la subsecretaria de estado americana, Bisa Williams, reporta EFE, "se quedó incluso al concierto de Juanes y asistió en persona al evento", pudo comprobar con sus propios ojos, que el misterio, la energía contenida en Cuba puede ser un aporte sustancial al desestancamiento de un sistema capitalista planetario sin fronteras, sin límites. Y no porque estuviera viendo ella al millón y tantos de cubanos que no se reunían en la Plaza desde los gloriosos tiempos de Fidel... no. Bisa vio al casi 7,5 % de los cubanos todos, si se cuentan a los 20 millones que fuéramos, residentes y exiliados de la isla, dispuestos a comprender desde el enredado discurso antioscurantista de Carlos Varela, la superficial "interpretación" del merengue, a cargo de Olga Tañón, hasta gozar con los Van Van o soportar, una vez más las Rosas en el Mar que emocionara a una generación que ahora se está muriendo, pero que, cuando era joven y vigorosa, en los lejanos ya años 60 del siglo pasado, la consideró transgresora. Eran los tiempos cuando la minifalda era un artículo prohibido en una Habana que se preparaba a conquistar la producción superlativa de azúcar, en una Zafra de los 10 millones que fue un fracaso, sobre todo porque el entonces Primer Ministro le preguntó al pueblo, a los abuelos y padres de los que escuchaban a Juanes y su gente, si querían que él renunciara y el pueblo dijo no, no y no... Bisa, la representante del imperio, después de hablar cordial y respetuosamente con los representantes de aquellos líderes de entonces y con quienes presuntamente se le oponen, "para tener una imagen completa del país", dijeron sus voceros, vio como La Plaza en pleno vitoreó al trovador que, después de tantos, tantos, tantos, tantos... años, volvió a repetir "ojalá las paredes no detengan tu ruido de camino cansado". Y debió quedarse perpleja y satisfecha. "Parecen detenidos en el tiempo", pudo pensar la diplomática, y suponer que esa gente tan disímil, tan poco ortodoxa, tan abierta a los discursos más contradictorios y universales, es el material humano idealmente preparado por la historia, para asimilar el nuevo estatus de factoría americana, y extraer el oro negro del fondo de sus aguas territoriales. Sí, Octavio, lo de Juanes y sus acompañantes y compañeros de viaje y adversarios y enemigos, ocultó muchas cosas. Lástima que no se cumplan las palabras de maestro Juan Formell cuando dijo: "Basta ya de abusos" y le ordenó a su orquesta "¡Muévete!" y el grupo de músicos bajo su mando "únete a mi actividad", entonó, sin reparos y la gente bailó el son que ha bailado desde siempre, por siempre, para siempre, jamás.


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Re: [***SPAM*** Score/Req: 05.4/5.0] escuela Habana Thursday, October 8, 2009 7:37 AM


From: "Octavio Guerra" <octavio_guerra@yahoo.com>Add sender to Contacts


To: "Tomás Urquiza" ************


Alea iacta est, hermano, pero la suerte no se echó ahora, después del concierto, ni con la elección de Obama ni la "enfermedad" de tu tío...tú lo sabes, la suerte estaba echada mucho antes del desmerengamiento del comunismo, antes de la muerte repetida de tres secretarios generales del PC de la URSS y de la implantación de la última constitución socialista tras la caída de aquel avión frente a Barbados; mucho, pero mucho antes de la batalla por Luanda, de la zafra grande, la ofensiva revolucionaria, la muerte del bandido heroico en la Higuera, la microfracción o la lucha contra el burocratismo o los "bandidos"...nadie se acordaba ya cuando la gran estafa de la crisis de los misiles o aquella bahía inútil de la Ciénaga de Zapata, incluso, cuando la desaparición de aquel avión en una tormenta con el último barbudo auténtico en su interior...nada, hermano, cuando entró este en la Habana junto al resto de los cuatreros de la sierra sobre los tanques guiados por los mismos soldados contra los que habían combatido, se cristalizaba la suerte de aquellos dados tirados por dios tanto tiempo antes, no cuando entró "el hombre" o "el indio" en Columbia con otra revolución ni cuando comunistas, caudillos, luchadores por el jamón, intelectuales y mafiosos firmaron aquel papel, perseguido por el mito de la constitución más avanzada de su época, ni cuando Machado abandonó el país junto al sueño de convertirlo en Suiza, mientras los howitzers agujereaban el hotel más sofisticado del Caribe ni la chambelona, ni el tiburón salpicón, ni siquiera cuando aquel viejo soldado de muchos ejércitos sin fidelidad a ninguno bajó la bandera de la unión americana para levantar la de Narciso, amigo de aquel Walker caminador que había invadido Nicaragua con semejantes intenciones de ampliar sin autorización la misma unión de la bandera arriada en el Morro de la que ahora se separaba la Isla "liberada"… hacía mucho que la suerte se había tendido como una puta experimentada sobre este largo arrecife que le tapaba el sur al norte cuando la escuadra de Cervera fue lanzada al holocausto tras la eximplosión en la bahía habanera de aquel acorazado delante de tanta gente influyente esperando ante los teléfonos del hotel Telégrafo para acabar con el único gobierno esperanzador de la historia isleña… mucho tiempo había pasado cuando tantos próceres habían sido inmolados por sus propios camaradas a lo largo de treinta años que no llevaron a ninguna parte excepto a las fosas comunes como todas las revoluciones, ni cuando aquellos capitanes vestidos de generales quisieron transformar a la Habana en una ciudad mientras amarraban los negros a las escaleras para sacarles las tiras del pellejo junto a las culpas de otros, pero no tan negros como la suerte que tantos años antes había fijado su atención en esa válvula del golfo mexicano, antes de que las conspiraciones panamericanas hicieran trabajar tanto a los más viles de los garrotes, antes de que el asombro del vapor moviera fábricas y trenes por la Isla, antes que aquél gobernador "ilustrado" se deslumbrara a su llegada con el lustre de la sacarocracia habana, la misma que dio sus joyas para que sus milicias de pardos y mulatos ayudaran a Washington a empujar a los extenuados ingleses hacia el mar frente a Yorktown…no sé, quizá ya todo estaba escrito cuando, más al norte, unos blancos se vistieron de indios para hacer el té más grande de la historia en protesta por la locura del rey George de firmar su salada acta del azúcar, sí esa misma, la cubana, que sirvió tan amargamente a traer a todos los negros que caminan por Norteamérica y las Antillas, o antes, cuando los buques se apiñaban en la bahía habanera para sortear juntos ese Atlántico infestado por todos los piratas del mundo, que contrabandeaban con los colonos españoles…sí, mi viejo amigo, si no fuera tan escéptico, creería que todo estuviera decretado mucho antes de que Colón fuera comprando información con el oro de los banqueros genoveses, desde los turcos de Quíos hasta los vikingos de Islandia para seguir la búsqueda eterna más allá del borde de la tabla terrestre…

1 comment:

  1. hermano Octavio me gustó mucho tu artículo, aunque sabes que de escéptico nada tengo.

    destino manifiesto del hombre mismo, no sólo de esa isla encallada en el caribe y que a veces -muchas veces- flota por encima del mar para volver a encallar una y otra vez.
    mis saludos

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