Thursday, November 12, 2009

EL TERCER “CHE” (COMENTARIO DE TOMÁS URQUIZA*)



…bueno, es que anoche no podía analizar tu texto sin que en ello incorporara mis ideas al respecto. En mi opinión tu texto contiene la idea de que el argentino representaba un modelo más racional contrapuesto a la irracionalidad de tu tío. No creo que Fidel sea precisamente irracional. La manera en que ha manejado los asuntos cubanos demuestra lo contrario. Fidel conoce y encarna la cubanidad en todos sus aspectos.


El Che era un advenedizo, con respecto a la cubanía. Me imagino el susto que debe haberse dado cuando llegó a La Habana y vio que era una ciudad cosmopolita, con una identidad propia, distinta a los espejos europeos de las urbes argentinas. De ese impacto no se recuperó jamás. De hecho nunca comprendió la relajada, indiferente, dislocada cultura habana. Si ese desconocimiento se conjuga con el "poder" que como administrador primero de la banca y ministro después de la industria, en un país agro-industrial, como era la Cuba de entonces, abre una puerta de análisis hacia la interpretación de lo que estaba realmente sucediendo hacia lo interno del sistema de poder.


Fidel y los comunistas moscovitas controlaban el INRA, o sea la parte agrícola del sistema cubano. La racionalidad del Che, que no sabía nada de banca ni de industria, pero que tuvo la habilidad de reunir en torno suyo a una inteligencia de clase media (pequeño burgueses, clamaban con razón los viejos comuñangas) casi toda formada en universidades de USA para integrar una tecnocracia de izquierda, pero desvinculada de Moscú. Con esos "compañeros de viaje", pudo constatar el Che que el socialismo no era viable en el trópico sin aportarle cierta disciplina. En su despiste, creyó hallarla en el modelo asiático de socialismo, pero pronto comprendió que los modelos contables más dinámicos y adaptables a la realidad cubana provenían de Chicago y no de Shangai o Pionyan. Sin cortar con que los "experimentos" fidelistas, que a la vez se contraponían al centralismo burocrático de corte soviético de Carlos Rafael, presidente del INRA, obstaculizaban la eficacia industrial. Estas desavenencias de "estilo" no podían generar más que una explosión a lo interno de la dirigencia. Sobre todo de una dirigencia armada. Recuerda que todos eran comandantes y mandaban o habían mandado hombres armados. Recuerda que los comunistas tenían un sistema clandestino que había sido preservado intacto durante el tiempo que para Fidel y el Che había sido de "lucha armada". Adiciónale a la esta mezcla el maquiavelismo fidelista.


Recuerda que fue Carlos Rafael quien, tras la crítica del anibalismo, tuvo la triste encomienda de "informar" al pueblo de la institucionalización de la libreta. Recuerda que el ministro encargado de implementarla fue Manuel Luzardo, un líder comunista. Recuerda que Lázaro Peña había desarticulado el sindicalismo... Pero no debes olvidar que fue Che el que promovió la idea de la austeridad consumista, como mecanismo de ahorro para alcanzar los fondos que garantizaran el financiamiento capaz de acelerar el desarrollo industrial. Fidel suavizó la inevitable (in/ex)plosión de la cúpula con la crítica pública del "anibalismo", impulsada por el gaucho, pero magistralmente resuelto por el intelecto multisectorial del abogado de Manacas. Es particularmente interesante la imagen que exploras de Che como figura internacional. Pero realmente no creo que pudiera acercársele al carisma mediático de Fidel ni al ejército de desclasados dispuestos a todo que lo respaldaba.


*Tomás Urquiza es uno de los miembros más destacados de la Escuela Habana en La Habana actual y, como tal, posee la diversa visión de estar en el epicentro del ostracismo isleño , en contraposición de los muchos que hablamos de Cuba pero ignoramos el pulso cotidiano de la Isla.

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